Escuela de Panadería y Pastelería – Jóvenes de la Rosalía

Adrián Yépez, de 15 años dedica su vida a cuidar a su hermanito con discapacidad. No pudo continuar sus estudios ni trabajar y nunca ha salido del barrio. Así como Adrián, en Venezuela se estima que 7 de cada diez jóvenes no están incorporados en ningún nivel de estudio (ENCOVI, 2019).

Según datos del Monitor de Víctimas (2020) desde mayo-2017 hasta mayo-2020, se registraron 3.638 asesinatos en Caracas, donde más del 50% de las víctimas eran jóvenes entre 15 y 29 años.

Los jóvenes de sectores populares carecen de oportunidades de desarrollo, quedando en una situación vulnerable propensos a una vida violenta. Hemos visto como jóvenes con este problema han perdido hasta su vida.

Decidimos ser la diferencia con el proyecto “Escuela de panadería y pastelería jóvenes de la Rosalía” que arrancó con 20 aprendices, una iniciativa de formación en emprendimiento gastronómico con cuatro líneas de acción:

• La primera es la capacitación en oficio, con una duración de 3 meses qué incluye los módulos de panadería, pastelería y dulcería.
• Seguida de la educación financiera, con conocimientos básicos del uso del dinero, cómo hacer un presupuesto y organizar un emprendimiento.
• Luego el acompañamiento psicosocial, con doce sesiones dedicadas al entrenamiento en habilidades de empatía, manejo emocional y proyecto de vida.
• Por último un sistema de mentores, cada joven es acompañado por un adulto de la comunidad que son un referente positivo a seguir, personas comprometidas.

Alimentación / Agronomía / Gastronomía, Producción y Consumo Responsable, Empleo y Desarrollo Económico

20

Estos 20 jóvenes iniciales están comprometidos con el proyecto y serán mentores y formadores de las próximas cohortes. Esperamos llegar a más de 120 jóvenes para que sean productivos y buenos ciudadanos. Cada venta que hacemos se reinvierte en nuestra formación y las próximas cohortes. Con un financiamiento podríamos comprar un horno panadero, aumentar la producción e incluir a más jóvenes.

No es solo hacer pan, los aprendices están construyendo un sentido de vida, fortaleciendo la comunidad para salir adelante frente a las dificultades. El impacto económico radica en la posibilidad de inclusión de un sector de la población a la vida laboral en un futuro en una actividad laboral y social económicamente sustentable.

Lo más importante de este proyecto es que los jóvenes son los protagonistas de los cambios que se generan. Lo innovador son las cuatro líneas de acción que lo hacen un proyecto integral: formación en oficio, educación financiera, acompañamiento psicosocial y sistema de mentores comunitarios. Es un proyecto que toma las fortalezas y referencias positivas de la propia comunidad para generar una intervención completa al sector juvenil, haciendo énfasis en edades de 15 a 18 años.

El nivel de violencia que existe en nuestros sectores del Cementerio y la Cota 905 es muy alto. Todos los miembros del equipo hemos sido víctimas de la violencia, directa o indirectamente. Hermanos, amigos y conocidos se nos han ido en nuestras narices, eso genera mucha tristeza y frustración. Nosotros como equipo queremos ser la diferencia, haremos saber que de nuestro barrio también salen cosas buenas, que estamos siendo un referente positivo para la comunidad, y evitar tantas muertes jóvenes

1. Comedores comunitarios del Cementerio: contamos con sus instalaciones y enceres. 2. Panadería comunitaria “Los Jackson”: aportarán material y un instructor panadero. 3. U.E. Manuel Díaz Rodríguez: disponibilidad de cancha y salones. 4. 10 Líderes comunitarios: asumiendo un compromiso de “mentoría” a los jóvenes. 5. Caracas Mi Convive: con orientación de prevención de violencia y atención juvenil y comunitaria. 6. Profesoras Verónica Zubillaga y Gabriela Caveda: como consultoras de proyecto.

1. Desarrollar la capacidad de generar ingresos propios y su administración consciente, a partir del oficio de panadería y la formación desarrollada en el programa. Así se harán sustentables los emprendimientos, y se fortalecerá la dinámica de iniciativas comunitarias. 2. Desarrollar nuevas cohortes de jóvenes activistas en el mismo barrio de el Cementerio, y con la posibilidad de llegar a otras comunidades que deseen replicar la experiencia.

Saray Figueredo: Bachiller. Líder comunitaria desde hace más dos años. Emprendedora local de “Merienditas”, dedicado a dulces y pasapalos para festejos. Yidelca Figueredo: Bachiller, 2do año de Educación. Líder comunitaria desde hace año y medio. Carisma con los jóvenes, mucha motivación por el trabajo juvenil en su sector. Ernesto Rodríguez: Psicología UCV (tesista). Trabajador del programa juvenil Vamos Convive. Experticia en intervención y acompañamiento psicosocial a jóvenes.

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